Camino de Santiago, etapa 1: RONCESVALLES – PAMPLONA
Erea Fabeiro
RONCESVALLES – PAMPLONA
Km 0. Roncesvalles (con salida desde albergue, bar-restaurante, u oficina de Turismo)
En el comienzo del camino un cura espera a todo el que emprende el viaje armado con un buen puñado de estampitas de la virgen de Roncesvalles y con una sonrisa de estas que se pegan. Te saluda, pregunta, se interesa por tu plan de viaje y hasta se hace una foto contigo si así se lo pides. Preparado, listo…, y empieza el pedaleo.
Dependiendo de la estación en la que se haga, es muy importante tener en cuenta la ropa adecuada y un kit de primeros auxilios para nuestra bicicleta (bolsa de reparación completa, cámara nueva y bomba de inflado), sobre todo si se viaja en época de lluvias. Es muy típico escuchar en esta primera etapa (si es época de lluvias) que es imposible bajar en bicicleta desde Roncesvalles, pero aquellos que estén acostumbrados a andar por tierra estarán encantados y podrán olvidarse del pilotaje para disfrutar de los colores, los pastos, y los primeros saludos de peregrinos orgullosos de tremendo viaje: 790 kilómetros hasta Santiago de Compostela.
Saliendo por la N-135 se coge un pequeño camino que discurre al borden del bosque de Sorginaritzaga o robledal de Brujas, un bucólico paseo que deja ver al fondo la mítica cruz de los Peregrinos, un crucero de la época gótica que fue trasladado a este lugar a finales del XIX. Este paseo termina junto al polígono Ipetea, donde se vuelve a salir a la N-135 para entrar en Auritz/Burguete.
En Auritz/Burguete hay un par de bares que abren temprano para aquellos que sean de repetir desayuno. Uno de ellos se encuentra junto a la iglesia de San Nicolás y otro unos cien metros después. Pasada la parroquia la calle San Nicolás (se corresponde con la N-135, son todo uno) se tuerce a la derecha junto a una sucursal bancaria hacia el río Urrobi. Tras sortear varios cauces de agua por vados rudimentarios de piedra y solventar un pequeño repecho, se sale a una pista asfaltada desde la que ya se aprecian los tejados de Espinal, primer pueblo perteneciente al valle de Erro.
Al llegar al pueblo de Espinal, justo donde hay un bar y una panadería (un lugar perfecto para apearse de dulces y recomponer energía) se gira a la derecha a una zona por la que sólo se puede circular por la acera. Justo después de un paso de peatones hay que girar a la izquierda hasta que se coge la pista para subir al alto de Mizkitirtz. Dos kilómetros después se encuentra una imagen labrada de la Virgen de Roncesvalles. Cuidado al cruzar la carretera: hay que tener mucho cuidado de no confundirse y coger la senda que no es.
Una puerta metálica lleva a un impresionante hayedo que guiará hasta la próxima población. El último tramo de esta senda estará pavimentado para mantener alejado el posible barrizal de invierno. Éste llevará a una senda que conduce a Bizkarreta, fin de etapa durante el siglo XII gracias a la existencia de un hospital de peregrinos.
Justo a la entrada a mano izquierda se encuentra un bar, y al dejar el pueblo, junto a la tienda de Biskarret se coge rumbo a Lintzoain, siguiente pueblo que se encuentra a unos dos kilómetros.
Una vez en Lintzoain, llegados a un frontón hay que torcer a la derecha para coger un camino de cemento muy empinado. Le sigue una pista de gravilla –una piedra señaliza que quedan cuatro kilómetros hasta el alto de Erro– y después una senda estrecha.
Las primeras rampas son las más duras, pero poco a poco la pendiente cede y el camino se ensancha, hasta disfrutar por momentos de pequeños tramos en descenso, como el que lleva hasta el mismo alto de Erro, donde se cruza la N-135.
Entre la primavera y el otoño existe un bar móvil que funciona con energía solar. Venden refrescos, fruta, barritas energéticas y bollería industrial. En primavera sirven también bebidas calientes.
Comienza la bajada, sorprenden algunos tramos de la bajada en la que hay escalones, hasta llegar al puente de la Rabia sobre el río Arga, construcción por la que se accede a Zubiri y al valle de Esteribar.
Para seguir el camino habiendo visitado el pueblo de Zubiri hay que volver sobre los pasos y cruzar de nuevo el puente de la Rabia. Un kilómetro después se encuentra un polígono que hay que rodear por una carretera, hasta descender un pequeño tramo de escaleras para abandonar el área industrial y llegar al pueblo de Ilarratz. Aproximadamente un kilómetro después estará Eskirotz y otro kilómetro más llevará a Larrasoaña.
Si vienes desde Zubiri el itinerario no llega a esta localidad, ya que se encuentra separada del camino por el río Arga y el puente de los Bandidos. Un corto ascenso de 500 metros aproximadamente lleva hasta el siguiente núcleo, Akerreta.
Siguiendo el camino hay que pasar cerca de un hotel rural y después de un portillo y un tramo de gravilla se llega hasta una carretera local que se debe cruzar. El siguiente tramo es de cuento: resguardados entre los árboles y matorrales hasta encontrarse el río Arga y empezar un descenso hasta la misma orilla. Pegados al cauce del río hasta llegar al puente de Zuriain.
Junto al puente se encuentran el bar y el albergue La Parada de Zurian. Se sale hasta la carretera N-135 y se coge el desvío de Ilurdotz, hasta volver a cruzar el Arga para dirigirse hasta Irotz.